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Jueves de cine en Casa Buñuel con Busi Cortés, Natalia Beristáin y Dolores Heredia

 

El pasado jueves 3 de septiembre comenzó la segunda temporada de los ya célebres Jueves de cine en Casa Buñuel, una serie de conversaciones con algunos de los cineastas y especialistas más destacados de este ámbito cultural que radican en México. Con el tema “Construyendo y deconstruyendo personajes femeninos”, en esta ocasión se presentaron en la mesa digital tres grandes cine-realizadoras: Natalia Beristáin, Busi Cortés y Dolores Heredia, para reflexionar en torno a la construcción de los personajes femeninos y su percepción social a lo largo de la historia del cine mexicano.

Busi Cortés es una cineasta, guionista, documentalista y profesora mexicana nacida en la Ciudad de México en 1960 con raíces guanajuatenses. Sus tres largometrajes: El secreto de Romelia (1988); Serpientes y escaleras (1994) y Las Buenrostro (2005), le han valido múltiples distinciones como el Ariel a la Mejor Ópera Prima. En 2001 obtuvo el premio José Rovirosa por Paco Chávez. Ha formado parte del Sistema Nacional de Creadores y ha sido jurado en varios certámenes nacionales e internacionales. Fue Presidenta de Mujeres en el Cine y la T.V. A.C. 2011-13.

Natalia Beristáin es una cineasta originaria de la Ciudad de México nacida en 1981 y egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica. Su primer largometraje, No quiero dormir sola (2012) fue ganador del premio al Mejor Largometraje en el Festival Internacional de Cine de Morelia y el primer Premio Yellow Robin del Festival Internacional de Cine de Curazao-Rotterdam. Ha dirigido múltiples proyectos para la televisión como Luis Miguel: la serie (2018) y Monarca (2019), ambos disponibles en Netflix.

Dolores Heredia es una productora y actriz mexicana, nacida en La Paz, Baja California Sur. Como actriz ha participado en más de 40 películas y ha recibido tres nominaciones al Ariel por su participación en Santitos (1998), Dos crímenes (1994) y Huérfanos (2013). En el ámbito del teatro su carrera la ha perfilado hacia la Compañía Nacional de Teatro y la Compañía Teatro Sunil (ahora Compagnia Finzi Pasca). Fue presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en el periodo 2015-2017.

Uno de los principales engarces de la discusión se originó a partir de la obra de la escritora y diplomática chiapaneca Rosario Castellanos. De la fascinación por su lectura, Busi Cortés emprende el proyecto fílmico El secreto de Romelia (1988), inspirado en el libro El viudo Román, una novela costumbrista cuya trama se centra en el pueblo de Comitán, Chiapas, y en la tropelía cometida contra Romelia, tema que invocó la necesidad por profundizar en el papel y configuración femeninas en el cine.

Natalia Beristáin comentó que no fue sino por casualidad su descubrimiento de la obra de Rosario Castellanos, particularmente la correspondencia entre la escritora y su esposo Ricardo Guerra, lo que proporciona un suelo firme para hacer un revisionismo histórico sobre el papel de las mujeres en la sociedad a todos los niveles, tanto profesionales como identitarios.

Dolores Heredia afirmó que los personajes de El secreto de Romelia (1988) están muy bien construidos, así como el hecho de que tanto la película como la presencia de Busi hayan sido muy importantes para Dolores en una época de transición del Centro Universitario de Teatro hacia otro horizonte profesional. Acotó a Busi y Natalia con las siguientes inquietudes: ¿Qué tienen que hacer como directoras y qué semillas siembran? ¿Cómo trabajan directamente con la actriz para encarnar sus personajes?

Busi respondió que sus dos maestros para la construcción de personajes fueron Ludwig Margules y Diana Bracho. En ese caso, no fue sino a partir de tener presente a los actores, que se realizó la construcción de personajes.

Natalia, por su parte, refirió que su experiencia de años de trabajo en dirección de casting y en continuidad, le ayudó a pulir la dirección de actores y que, a su vez, el papel de la intuición es clave a la hora de saber con quién colaborar tomando en cuenta la fuerza generatriz del guion.

Se discutió la vigencia de los temas de la obra de Rosario Castellanos en el trajín cotidiano que colorea las noticias y redes sociales, con lo que se descubre la participación consciente o apatía de la sociedad civil, misma que ha variado con el paso del tiempo, si se asume que la introducción de nuevas legislaciones hacen que producciones como El secreto de Romelia (1988) adquieran ante el espectador un nuevo tono y significado, lo que se atestigua en el hecho de que este trabajo sufrió un frío recibimiento en la primera etapa de su historia hasta su restauración por Henner Hoffman, lo que contrasta con su importancia y reverdecimiento contemporáneos en los circuitos de la crítica, el análisis, el activismo y la academia.

Se comentó breve y profusamente sobre el esquema de producción de las películas mexicanas, lo que derivó en seguir planteando a los personajes femeninos reconstruyéndolos a partir de su percepción ideológica. “El año pasado presenté la película a los alumnos de Alejandro Pelayo de la maestría de cine en el Instituto de Investigaciones Estéticas. Los alumnos estaban fascinados. La película sigue viva porque ahora no se cuestiona si la mujer es virgen o no sino que ahora se cuestiona que la mujer no sea virgen”, comentó Busi con una mirada de preclara alegría.

Dolores y Natalia aseveraron que los personajes femeninos profundos han existido siempre pero que, si se les ha invisibilizado, ello obedece a que la industria cooptó la narrativa para resquebrajarse de a poco, lo que también influye en las ofertas laborales de los personajes femeninos. También coincidieron en el interés por colocar más de estos personajes en el mundo fílmico. “Mientras más recurramos a la experiencia, más se va depurando”, redondeó Dolores.

Busi hizo énfasis en que, según su experiencia, las series detectivescas incluyen ahora en su mayoría papeles protagónicos femeninos y recordó la necesidad por hacer un llamado a que los hombres fortalezcan y reconstruyan su idea sobre los personajes femeninos, de la misma manera en que las mujeres comienzan cada vez más a fortalecer los suyos.

Hubo acuerdo común entre las tres artistas sobre la necesidad de traer a la palestra de discusión el tema del abuso infantil y de su rechazo, a lo que Busi propuso la creación de seminarios de escritura con temáticas particulares y dinámicas literarias que hagan repensar a la colectividad.

Los cambios de los tiempos también han hecho énfasis en la necesidad por incluir a las comunidades indígenas en los planes de producción cinematográfica, lo que confirma el hecho de que “las cosas van a cambiar”, afirmó Dolores.

Busi finalizó el tridiálogo recomendando la película En el camino (2007), de la directora rusa de ascendencia centroamericana Ishtar Yasin Gutiérrez, la cual aborda con sutileza el tema de la violación de una niña por lo que, además, recomendó no olvidarse de fortalecer el cine para niños, lo que les ayudaría a tener otra mirada de nuestra compleja realidad que a todos nos impele a seguir denunciando.