Historias recuperadas

Gracias a su trabajo de restauración, la Filmoteca ha logrado mostrar al público la riqueza de una parte de su archivo fílmico, después de haber mejorado notablemente el estado de las copias de películas valiosas para la historia del cine nacional y también de películas restauradas por otros archivos en el extranjero.

El proceso de preservación y restauración, no concluye con el salvamento técnico y físico de la obra cinematográfica, es esencial un esfuerzo de divulgación, y en particular de su exhibición. Historias recuperadas presenta con este fin, las obras cinematográficas que por su gran valor histórico han sido rescatadas, restauradas y conservadas en la Filmoteca de la UNAM.

LA MANCHA DE SANGRE
Dirección: Adolfo Best Maugard

 

SINOPSIS: Una joven se hace cabaretera y es explotada por un padrote celoso y cínico pero se enamora de un tímido joven fuereño recién llegado a la ciudad. La mancha de sangre es un registro de la vida nocturna en la Ciudad de México. Un inventario de los personajes que habitan en el submundo citadino, un desfile de rostros macerados, piernas golpeadas, cuerpos desnudos y miradas libidinosas, es lo que la aguda mirada del pintor y crítico de arte Adolfo Best-Maugard supo plasmar.

 

COMENTARIO: Filme perdido durante cincuenta años. El negativo original de nitrato de celulosa lo encontramos maltrecho, incompleto y muy rayado. Los censores, que durante los años treinta secuestraron el filme y lo mutilaron, no solamente lo cortaron sino que lo manipularon de la peor manera: el negativo tiene múltiples rayaduras longitudinales que en pantalla se observan rayas blancas. También faltan dos rollos de este negativo: el Num. 6 de sonido y el Num. 9 de imagen. Pese a esta circunstancia, teníamos que sacar a la luz una película como ésta, con tantas particularidades creativas. Para aminorar el faltante del rollo 6 de sonido, lo subtitulamos con la interpretación del movimiento de los labios de los personajes, y en el caso del sonido del rollo 9, consideramos que este es suficiente para entender lo que sucede aunque no podemos ver. Nunca olvidaremos lo que se escucha al final: “ahora sí seremos felices”.

la mancha de sangre
DRÁCULA
Dirección: George Melford

 

SINOPSIS: A las doce, en la noche de Walpurgis, Renfield, el empleado inglés de un despacho de abogados llega al castillo del Conde Drácula, en los Cárpatos. Después de firmar los papeles para adquirir una abadía en ruinas, cerca de Londres, Drácula enloquece a Renfield con su mirada y le ordena obediencia. Renfield escolta el féretro que contiene tierra de los Cárpatos, donde yace Drácula durante el día, mientras viaja en un barco que lo lleva a Londres. Los tripulantes del barco mueren misteriosamente. Ya en la ciudad, el Conde se presenta a la sociedad londinense y conoce a su vecino el doctor Seward, quien dirige un asilo de enfermos mentales. Drácula hace amistad rápidamente con Lucía Weston, amiga de la familia, y a continuación comienza su asalto a Eva Seward, la hija del médico. Un invitado, el experto en ocultismo Van Helsing, reconoce a Drácula y sus poderes. De este modo, se desata una batalla entre Drácula y Van Helsing por el cuerpo y alma de Eva. Es predecible el final, el happy ending, con la muerte y desaparición del Conde Drácula.

 

COMENTARIO: Como si fueran objetos inservibles y sin valor comercial, los negativos originales de las películas filmadas en todo el mundo se han perdido con pasmosa facilidad. Así le sucedió a este filme que se consideró desaparecido hasta principios de los años 90, año en que se localizó una copia de nitrato de celulosa de esta película en Cuba. Por su importancia intrínseca, al tratarse de una segunda versión del famoso Drácula de Bela Lugosi, encontró acogida en la comunidad archivística y la Cinemateca de Cuba cedió la copia al Archivo de UCLA en California, E.U.A., para su restauración. Gracias a ello, podemos presenciar una película que marca una independencia de la versión en inglés, con actores mexicanos, españoles y de otras nacionalidades, con parlamentos fieles al guión original y, por tanto, con esa juventud técnica y dramática.

Drácula 1931
LÍMITE
Mario Peixto

 

SINOPSIS: Pocas veces tenemos oportunidad de estar ante una obra tan desmesuradamente lírica. Para 1931, cuando fue rodada esta película, en nuestros países latinoamericanos ya existía el sonido impreso ópticamente en la película de una manera técnica y financieramente posible. Es evidente que Peixoto no quiso usar el sonido para unos diálogos que probablemente no le permitirían crear el clima emocional, interiorista que concibió para un filme como Límite. La trama comienza con un bote en el mar donde un hombre y dos mujeres abatidos, abandonados a su suerte, incapaces ya de luchar físicamente para buscar su salvación, rememoran su historia y mediante el recurso cinematográfico del flash back, nos dan a conocer los sucesos previos que los han llevado hasta esa situación.

Las acciones se sitúan no en la gran ciudad, sino en la provincia, en pueblos pequeños (donde el mar, las aguas de un lago o de los ríos reflejan los árboles, los macizos de flores y arbustos en plena floración). La película nos lleva a un estado de quietud, ensoñación y deseo insatisfecho de imaginar cuál era la intención del director Peixoto ante el universo visual que tenía enfrente y qué podía seleccionar, entre todo ese universo, mediante el cuadro de la cámara.

 

COMENTARIO: Varios son los intentos que se han hecho para restaurar este filme. Conocemos, por ejemplo, la versión que fue lanzada en 1978 y exhibida en el Congreso de FIAF en Oaxtepec, Morelos, cuyo Simposio llevó como tema “El Cine Olvidado de América Latina”. Sin embargo, ahora existe otra versión, que probablemente sea la definitiva y que gozó del impulso salvador de la World Cinema Foundation (WCF), dirigida por Martin Scorsese, que se dedica a restaurar cintas valiosas en riesgo de perderse; cintas que puedan, una vez restauradas, difundirse en todo el mundo y que, a partir de los recursos (aunque sean mínimos) obtenidos de su exhibición, brinden nuevos fondos para el salvamento de otras obras que esperan por su restauración y permanencia en el tiempo y el espacio.

Límite
LAS VIÑAS DE LA IRA

SINOPSIS: Libre bajo fianza, Tom Joad se dirige a la casa de sus padres en Oklahoma. Por el camino, encuentra a Casy quien ha dejado de ser predicador por haber perdido la fe. La granja familiar está abandonada, la persistente sequía y la especulación financiera los han obligado a abandonar su hogar. Le informan que toda su familia ha decidido emigrar a California debido a que, en un volante publicitario, han leído que allá hay mucho trabajo. Los encuentra justo a tiempo para partir con ellos. Después de muchas penalidades, llegan a California para descubrir que los lugares de trabajo son escasos y que la competencia para ocuparlos es feroz. Los dueños recurren a guardias blancas para imponer sus condiciones, llegando incluso a disparar contra los trabajadores. Casy ha recuperado su fe pero ahora, como organizador de los obreros agrícolas, lucha para que los trabajadores no tengan que sufrir todo tipo de humillaciones por un mísero salario. A causa de esta lucha, lo asesinan. En ese momento, Tom está con él y logra matar a uno de los agresores. Su familia lo esconde, pero la policía está cerca. Tom decide separarse de su familia. Al despedirse de su madre, Tom le dice que espera volverla a encontrar algún día, mientras él se dedicará a organizar a los trabajadores. Así honrará la memoria de su amigo. La familia de Tom se dirige rumbo al norte, su madre ha recuperado la esperanza y se dispone a enfrentar la vida con ánimo renovado.

 

COMENTARIO: Hoy consideramos a John Ford como el mejor director de westerns que ha habido en toda la historia, pero no fue el único género que cultivó. Desde mediados de los años treinta hasta que los Estados Unidos se involucraron en la Segunda Guerra Mundial, Ford dirigió una serie de dramas sociales que respondían muy puntualmente a la difícil situación por la que atravesaba su país. Desde 1935, en que dirigió El delator, película destinada a resaltar la difícil lucha de los irlandeses por obtener su independencia, hasta 1941, año en que se dedica a describir muy detalladamente las penalidades que sufrían los mineros galeses en Que verde era mi valle, John Ford canalizó su indudable talento en presentar una serie de retratos de los más afectados por esos conflictos: los ciudadanos comunes y corrientes.

No cabe duda que Las viñas de la ira, rodada a finales de 1939, es su más lograda incursión en el género. Este retrato realista, dedicado a seguir a esa multitud de seres humanos que tuvieron que salir huyendo de la crisis financiera que siguió a la quiebra generalizada de la Bolsa de Valores en 1929 y del desastre ecológico que representó la persistente sequía en el Medio Oeste americano, es una muy lograda adaptación de la novela homónima de John Steinbeck y una muestra del uso político-ideológico que se puede hacer del cine.

Contaremos con una excelente copia en 35 mm de la película, tirada a partir del negativo original, gracias a la colaboración del Archivo Fílmico de la Universidad de Harvard, a quienes extendemos una vez más nuestro más caluroso agradecimiento por este préstamo.